MEMORIA DE LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA
Nos encontramos con Emiliano Ramos Martín, nacido el 6 de abril de 1956
en un pueblo de Anaga, Tenerife, quien nos ha concedido una
entrevista donde nos cuenta cómo vivió la muerte de Franco y la llegada de la Transición Democrática.
Nuria:
¿Qué sintió al conocer la muerte de Franco? ¿Cómo se vivió en su entorno su muerte?
Emiliano: Algunas personas sintieron miedo, yo en cambio
alivio. En esa época, yo estaba acabando el instituto casi empezando la
universidad y tras su muerte se sentía ya un ambiente de mayor libertad. En los
últimos meses previos a su muerte, la cual se esperaba de un momento a otro ya que llevaba bastante tiempo mal, las personas estaban atemorizadas ante la
incertidumbre de lo que pasaría tras su muerte.
Nuria:
¿Notó la diferencia con la llegada de la Transición respecto a la Dictadura de
Franco?
Emiliano: Desde luego, una vez con la muerte de Franco se
vivió con total normalidad, con esperanza de que todo fuera a mejor. Ya la
gente podía hablar en la calle de política, tenían más ganas de emprender y tenían la esperanza de la llegada de una etapa de mejora, ya que con la caída dictadura tenían amenazado
el fin del mundo ya que o era Franco o nada. No te enterabas cómo se vivía
fuera de España, nos pensábamos que con Franco eramos los mejores de Europa.
Cuando él murió y se introdujo la democracia, se empezó a descubrir que era
precisamente todo lo contrario y éramos los últimos. En aquel entonces, la
Unión Europea estaba formada por unos cuantos países y nosotros estábamos fuera
y se nos decía que supuestamente vivíamos mejor que el resto de Europa, pero
como no nos enterabamos que era lo que realmente pasaba fuera, pues nos lo
creíamos.
Nuria:
¿Qué cambios notó con la llegada de la Transición? ¿Cree que son positivos?
Emiliano: Además de poder hablar libre y tranquilamente
con la gente en la calle sin que ningún policía secreto te estuviera vigilando
para luego acusarte de cosas que no son, ya que cada uno habla según sus
creencias, con la llegada de la Transición Democrática, empezaron las luchas de
las clases sociales, los sindicatos y por lo menos se fue mejorando los
salarios, también se observó una reducción de la jornada laboral y poco a poco
se fue regulando todo. Aunque el trabajador tardó muchos años en consolidarse, por lo menos con su sueldo, podía alimentar a su familia.
Nuria:
¿Cómo se recibió la llegada de Juan Carlos como Rey de España?
Emiliano: Al principio, la gente se mostró desconfiada
porque era un total desconocido, ya que Franco se encargó de que el poder de la
democracia no se conociera, así, no existía otra cosa que no fuera la dictadura
como él propuso que fuera. Sabían que Juan Carlos quería liberarnos introduciendo la
democracia, pero desconfiaban al no saber qué era eso.
Nuria:
¿Cómo se vivieron las elecciones generales de junio de 1977?
Emiliano: La gente iba con miedo, creían que si
votaban contrario a lo que estaba establecido iba a tener unas muy duras
consecuencias, aún no se creían la llegada de la democracia.
Nuria:
¿Cómo respondió su entorno ante la aprobación
de la Constitución?
Emiliano: Todos creíamos que sería algo bueno, por ello
votamos a favor pero no se sabía muy bien que estabas votando porque no se
dieron muchas explicaciones ni lo que significaba. Yo había oído hablar acerca
de ello, sabía que era pero no todo lo que suponía una Constitución para el país.
Nuria:
¿Recuerda algo del golpe de estado del 23 de febrero de 1981?
Emiliano: Me acuerdo bien de ese día por el gran temor que
pasé. Estaba con mi padre haciendo carbón y con la radio puesta y temblando, ya
que el miedo a volver a lo se había estado sufriendo por 40 años era muy
grande.
Nuria:
¿Tiene algún recuerdo de cuando estuvo en la mili?
Emiliano: En el 77 estuve en la mili y recuerdo que cuando nos
tocaba guardia estábamos siempre alerta, con el cargador lleno de balas, ya que
nos metieron en la cabeza de que había enemigos por todos lados.
Nuria:
¿La postura de la mujer cambió con la llegada de la Transición?
Emiliano: La figura de la mujer, dejó de ser totalmente ignorada, ya que costó mucho
el reconocimiento de sus derechos. Ellas los reclamaron continuamente con ganas
y entusiasmo y gracias a eso, hoy en día se ha conseguido la mitad de lo que
se debería haber conseguido.
Nuria:
Para finalizar, ¿recuerda cómo era la situación económica en aquel entonces? ¿Y
la sanidad?
Emiliano: Trabajamos en el monte haciendo carbón, cosechando…
Ya que al menos aquí, tenías que trabajar cada día para que con el sueldo que
recibieses por el respectivo trabajo realizado pudieras alimentarte.
En cuanto a la sanidad, no era lo peor que había en
aquel entonces. Aunque aquí estábamos muy aislados para poder desplazarnos, a
base de camillas subíamos a la gente y tras un montón de kilómetros llegábamos y
los médicos intentaban hacerlo lo mejor posible.
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